os motivos y problemas psicológicos para decidir acudir a terapia son distintos para cada persona. Del mismo modo lo son la gravedad o intensidad de los síntomas que estés experimentando. Trastornos emocionales, adicciones, ansiedad, problemas con el trabajo o la pareja, vacío existencial, falta de autoestima, psicosis, fobias, trastornos psicosomáticos, depresión, etc. La lista es interminable. ¿Es que alguien se salva de los problemas psicológicos?
La realidad es que nadie es perfecto. Puede que tal vez el 10% de la población esté exento de síntomas, se sienta feliz y realizado, trabaje en aquello que le gusta, tenga pareja, estabilidad económica y, además, sea deportista y practique un hobby. A esto se le conoce como «individuos autorrealizados». Si el malestar que sientes te impide mejorar y vivir de forma más feliz, puede que haya llegado el momento de acudir al psicólogo.
Nunca resulta fácil saber si el problema es suficientemente grave como para ir al psicólogo.
La realidad es que la salud mental es compleja, y no tiene sentido diferenciar entre «sano» y «enfermo». Y es que los problemas psicológicos se mueven en un continuo de gravedad e intensidad. La concepción de «loco vs. normal» hace mucho que desapareció —afortunadamente—. Por esto, cuesta decidir cuál es el límite que hay que atravesar para tener que acudir a un terapeuta y es normal que hayas buscado un test para saber si ir al psicólogo.
Lo importante es tu sufrimiento
La psicología pone el foco en el malestar y sufrimiento, no en la intensidad del problema. Nadie más excepto tú puede saber cuán intenso es tu sufrimiento. Tampoco cuánto malestar te genera ese problema o esos síntomas que estás experimentando.
A la hora de decidir si ir al psicólogo, pregúntate si el malestar te está impidiendo llevar una vida normal o feliz. ¡Esta es la clave para saber cuándo acudir a un profesional! Busca un psicólogo si:
- El malestar surge de ti
- Tú estás generando sufrimiento en otros
- Tu entorno es la causa de tu problemas y malestar
Porque tan importante es tu sufrimiento como el ajeno. Si crees —o sabes— que tus familiares o amigos está sufriendo por ti o por algo que estás haciendo, también es motivo para acudir a terapia psicológica. ¿Y si tu malestar viene de alguien o algo externo a ti? Si estás siendo acosado, maltratado, tu entorno no te valora… También es motivo suficiente para buscar ayuda.
Otras señales para acudir al psicólogo
Si el malestar no es el problema principal, puede que te estés preguntando si ir al psicólogo porque estás atravesando alguna situación incómoda o estás experimentando alguno de estos otros síntomas:
- Te sientes insatisfecho con tu pareja (o tienes dificultades para comprometerte con alguien).
- Te preocupa tu trabajo o tienes problemas laborales.
- Tu relación con tu familia es inadecuada o problemática.
- Tienes conductas que, aunque no te molestan, sabes que son perjudiciales para ti.
- Ahora te cuesta disfrutar de las cosas buenas o gratificantes.
- Te faltan metas a largo plazo.
- Sientes vacío existencial, todo te aburre o nada te motiva. Tan solo funcionas en «piloto automático».
- Encuentras dificultades específicas a la hora de relacionarte.
- Tienes pensamientos extraños o indeseados.
- Han aparecido tics o comportamientos repetitivos que antes no tenías.
- Has dejado de hacer cosas que antes te gustaban.
- Sufres problemas médicos a los que no encuentran solución.